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La bolsa y el casino

Del blog toros osos y borricos

La mayoría viene a la Bolsa como vine yo por primera vez; es decir, simplemente a ganar dinero y cuanto más mejor. Esa falta de dirección, nos mueve hacia aquellos activos en los que se puede ganar más dinero (léase, los activos de mayor riesgo) y esto supone que terminemos irremediablemente arruinados. Es la misma actitud de quien va al Casino: busca una rentabilidad alta y rápida para satisfacer un objetivo inmediato. Y al final palma. El Casino gana. La Bolsa gana. El jugador, en ambos casos, pierde. Como veis, esta es una forma de pensar más típica del inversor de largo plazo que del especulador.  Una de las cosas que me hubiera venido muy bien cuando empecé a operar en Bolsa es haberme planteado a dónde quería llegar. Lo que pretendía en ese momento era duplicar cada tres meses, pero no me refiero a eso. Me refiero a una meta con sentido económico. Una meta razonable y asumible. Y, una vez establecida, pensar cuál es el camino más sencillo para llegar hasta ella.

El haberme creído los típicos cantos de sirena que pregonan la posibilidad de obtener dinero fácil, rápido y con poco trabajo en la Bolsa, hicieron que mis expectativas estuvieran totalmente equivocadas. No sabía lo que quería o, mejor dicho, quería exactamente lo mismo que un jugador de Casino. Como era de esperar, me pasó lo mismo que le ocurre a todo jugador: me arruiné. Y ese fue el golpe que necesitaba para tener verdaderamente claros mis objetivos. Pero, creedme, no fue el camino más sencillo para fijarlos. Había antes muchos otros que, por pardillo, fantasma, creído y chulo había ignorado.

Por eso, antes de comprar o vender, siempre pienso en mi objetivo. ¿Es esta operación coherente con mi benchmark? En un 99% de las ocasiones respondo que NO y por eso no muevo mi cartera. Y os aseguro que esta manera de actuar es la que más veces me ha librado de un buen palo.

De nuevo el largo plazo es el mejor aliado de los pequeños inversores. Es la herramienta más potente contra nuestra propia estupidez.
 

“El ganar mucho dinero y rápido, no existe. Rentabilidades altas en inversores pequeños, son poco probables, aunque a veces puedes tener un golpe de suerte. Lo que hay que tener claro en esos casos es que es solo suerte y no intentar repetirlo, eso puede llevarte a la quiebra. Esperar rentabilidades que vengan caídas del cielo, no es una buena practica. Hay que trabajar seriamente, con método y paciencia, en el día a día. Esa es la única forma. ““Nada debemos esperar sino de nosotros mismo” (José Gervasio Artigas – 1811).  

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